A veces la realidad supera la fición, por mucho que queramos imaginar, muchos hechos son mucho más subrealistas que muchos sueños.
Jamás entenderé el porqué. y el porqué paró.
Y jamás tendre valor para pedir perdón, para demostrar, para luchar.
La realidad supera la fición, y tengo que aprender a vivir en mi nueva fición porque la realidad se me quedó pequeña.
Siempre quiero más, y eso siempre es malo, porque nadie me lo puede dar.
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